Ideas sobre la coexistencia sostenible del
lobo y la ganadería.
Lobos y mastines
Por Jorge Escudero
Desde que yo me acuerdo, allá por el principio de la década de los cincuenta del siglo pasado, ni más ni menos, mi vida ha estado ligada a la ganadería trashumante. Ya a los 7 y 8 años, cuando mis tías de Galicia me mandaban algo de dinero, por reyes o cumples…yo lo invertía en ovejas… Esas dos o tres ovejas, que me podía comprar con los reyes, pasaban a engrosar las casi 4.000 con las que trashumábamos todos los años (2.000 merinas y 2.000 segureñas), desde el Calar del Mundo a Sierra Morena. En aquellos años, después de los años de la guerra civil, los lobos sufrieron un repunte de población. Incluso en zonas como estas sierras, los ungulados salvajes prácticamente se habían extinguido, sólo quedaba alguna montés empoyatada en las zonas más inaccesibles. Pero lo que si había, era ya una floreciente cabaña ganadera, que desde estas sierras bajaba todos los inviernos a las zonas de Ciudad Real y Jaén mas ganaderas (Valle de Alcudia y la Carolina principalmente).
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