HABLANDO DEL LOBO SIN IRA
Gestión, diálogo y búsqueda del consenso; éstas parecen ser las principales herramientas para avanzar en el debate del lobo
26/04/2017
El Congreso Internacional del Lobo, celebrado del 20 al 23 de abril en el Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León, en Puebla de Sanabria (Zamora), ha reunido a los principales expertos de la especie para debatir sobre su estado de conservación en todo el mundo y los retos que plantea.
El encuentro, organizado por la Universidad de Leóny la Fundación Patrimonio Natural, ha servido a su vez para estudiar los diferentes planes de gestión que se están llevando a cabo para compatibilizar la presencia del carnívoro con la actividad ganadera y el desarrollo rural.
Entre las ponencias científicas destacaron las delDr. David Mech, de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos), considerado como el mayor experto mundial en lobo; el Dr. Djuro Huber, de la Universidad de Zagreb (Croacia) especialista mundial en manejo de grandes carnívoros y seguimiento de sus poblaciones, y el Dr. Francisco Petrucci, de la Universidad de Lisboa (Portugal), máxima autoridad del lobo en su país.
Aunque la más apasionante y apasionada fue sin duda la conferencia de la Dra. Shannon Barber-Meyer, del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), que nos contagió a todos su pasión por el pequeño lobo mejicano (Canis lupus baileyi), especie en grave peligro de extinción a cuyo estudio a consagrado su vida y que se enfrenta a una nueva y tal vez definitiva amenaza: el tristísimo muro de Donald Trump, que partiría en dos su actual área de distribución, a caballo entre México y Estados Unidos.
El lobo mueve pasiones
Entre los representantes españoles, y junto a los de las diferentes administraciones representadas, destacaron las intervenciones del Dr. Juan Carlos Blanco y de Mario Sáenz de Buruaga, referentes nacionales en el estudio y la conservación del lobo ibérico. Pero fueron igualmente interesantes las aportaciones del público asistente, con intervenciones de los grupos ecologistas, las asociaciones ganaderas, los colectivos de cazadores, los naturalistas que siguen a la especie o los criadores de mastín español, entre muchos otros colectivos implicados. Todos tuvieron su voz.
Las conferencias y mesas redondas organizadas para este congreso y las interesantes réplicas del público han servido para evidenciar que el lobo mueve pasiones, que las diferencias que enfrentan a partidarios y detractores de las especie son muchas, que queda mucho por debatir para alcanzar un gran pacto respecto a su conservación y la gestión de las poblaciones. Pero algunas cosas han quedado claras.
Las controversias respecto al lobo se dan en todos los lugares del mundo que habita la especie, no solo en España. Los expertos mundiales ven la situación del lobo ibérico desde un prisma diferente al nuestro: menos apasionado. Reconocen por ejemplo que, al contrario que otras subespecies, con más de 300 manadas y 2.000 ejemplares nuestrosignatusse encuentra fuera de peligro y en plena expansión hacia el sur del Duero.
Uno de los debates más acalorados fue el que planteaba si proteger al lobo en todo el territorio nacional (como ocurre en Portugal) beneficiaría a la especie, pero los datos del país vecino señalan lo contrario, como se encargó de señalar el propio Dave Mech de manera categórica: “declarar al lobo especie protegida no garantizaría su supervivencia”.
“Hay que buscar mecanismos que minimicen los daños al ganado y a la economía rural, pero esos mecanismos no pueden estar basados en la caza”
Gestión, diálogo y búsqueda del consenso. Éstas parecen ser las principales herramientas para avanzar en el debate del lobo. Hay que buscar mecanismos que minimicen los daños al ganado y a la economía rural, pero esos mecanismos no pueden estar basados en la caza. Hay que seguir acercando posturas en busca del interés común: la conservación del lobo ibérico. Un interés que pude constatar en todos con quienes conversé, tanto de un lado como de otro. Porque nadie quiere acabar con el lobo, pero tampoco que éste campe a sus anchas sin buscar un remedio a los daños que causa, lo cual además de justo es del todo sensato.
Por eso hay que seguir dialogando como hemos hecho estos días en Zamora. Hace poco un buen amigo, el gran naturalista navarro Juan Goñi, me recordaba unos versos del poeta persa Rumi que resumen esa necesidad de dialogo para avanzar en la gestión y la conservación del lobo:“Levanta tus palabras, no la voz/ Es la lluvia la que hace crecer las flores, no el trueno”. Levantar las palabras, provocar una lluvia de conocimiento: ése ha sido el espíritu del Congreso Internacional del Lobo celebrado en Castilla y León. Felicidades a sus organizadores.
