La escultura del mastín ya está en la Dehesa
para rendir homenaje a la trashumancia
Desde esta mañana el „Mastín de la Dehesa‟ ya está ubicado en la Alameda de Cervantes para rendir homenaje a la trashumancia. Esta escultura, realizada por el soriano Carlos Sanz Aldea, iba a ir acompañada de un entorno ajardinado y de una fuente que se han tenido que suprimir por motivos presupuestarios pero que, según ha apuntado el alcalde de Soria Carlos Martínez, se prevé retomar en un futuro. El objetivo es “dotar a la ciudad de esos espacios con encanto para hacerla más atractiva para las personas que vienen de fuera de la provincia” ha apuntado Martínez, con este “espacio del antiguo abrevadero de la Dehesa, vinculado a la trashumancia, como es el mastín”. Desde el Ayuntamiento de Soria se persigue “dotar a este espacio degradado con anterioridad de un atractivo con el que puedan disfrutar todos los sorianos y visitantes”.
El escultor soriano Carlos Aldea, ha explicado cómo ha realizado la figura junto con su compañero Ignacio Caballo Trébol, con el que participó representando a España en la FITAC de México entre otras colaboraciones, en esta ocasión decidimos hacerlo juntos en un jardín que él tiene, un espacio perfecto para trabajar”.
Sobre la obra obra, ha apuntado que “está inspirada en la mesta y en los elementos que me trasladan a la infancia en Soria” y ha explicado que en un principio “se iba a componer de tres elementos, la escultura, el jardín y la recuperación del palomar y la fuente, eferente de nuestra infancia”. La escultura, “está inspirada en la de los leones de la plaza Mayor que antes estaba en el Castillo y que a todos de niños nos invitaba a subirnos” uno de los objetivos al que se le añade “hacer una referencia la mesta a través del mastín”
La técnica con la que está realizada es “trencadis que inventó Gaudí para aprovechar los trozos que sobraban en la construcción, relativamente barata y con larga viabilidad y que permita que los niños puedan subirse”. El escultor ha explicado que “no tiene el tacto de la piedra pero por razones presupuestaria no hemos podido realizarlo”. La escultura tiene un coste de 6.000 euros mientras que el original superaba los 20.000 euros.